172. La Samaritana

1. De tu cántaro dame, dame tú de beber,
A la Samaritana dijo un día Jesús;
Cómo siendo judío me diriges la voz.
Respondió con vehemencia la mujer que ignoraba
Las grandezas de Dios.

2. Oh! Si tú conocieras este don que es Dios,
Y quien viene a rogarte que le des de beber,
Quizás tú pedirías y El podríate dar,
Agua más deleitosa que en los pozos terrenos
No podrás encontrar.

3. Quien bebiese de esta agua volverá a tener sed;
Más aquél que bebiere de la que le daré
Para siempre declaro que más sed no tendrá,
Y será en él la fuente que para vida eterna
Con poder saltará.

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